PARAÍSO
Ante el desalojo del espacio público, de las zonas de acción convencionales del arte, hemos experimentado un desplazamiento forzado a nuestras casas, a nuestro espacio privado, al espacio virtual.
Esto nos obligó a ir adentro, a repensar nuestra idea de hogar, a visitar aquellos espacios abandonados en nuestro interior y en nuestra propia casa.
A mirar a distancia la relación con nosotros mismos, con los demás y con nuestros espacios.
Nos forzamos a pensar nuestra profesión y nuestra vida desplazada, habitando otros espacios.
¿Cómo pueden ser esos nuevos espacios?
Nos sentimos responsables de reconstruir e imaginar otras formas de habitar.
Crear marcos que se adecuen más a nuestro tiempo, a nuestro cuerpo, espacios autónomos, maleables, efímeros , limítrofes entre lo intimo y la vida pública.
¿La casa puede ser un escenario de rituales? ¿Una experiencia multidimencional?¿La casa puede ser un espacio que conecte de un modo intencionado con las realidades del mundo?
Decidimos así, crear un lugar limítrofe entre lo público y lo privado, para priorizar los encuentros reales, para resistir a la virtualidad.
Elegimos nuestra azotea como una zona de resistencia para habitar el presente e imaginar esbozos de futuros posibles.
La azotea como un espacio para alojar y alojarnos.
Nuestro primer intento de habitar es la creación de PARAÍSO [Práctica relacional para la reconciliación].
Crear un espacio de pulsión de vida que propicie la restauración y la reforestación de relaciones humanas, es la misión de esta experiencia.
CRÉDITOS:
Concepto general: Laura Uribe
Dirección de arte: Sabina Aldana
Diseño gráfico: Héctor Ortega
Asistencia general: Benjamín Barrios